¿De dónde viene el cepillo de dientes?

Existen evidencias de que el primer cepillo de dientes fue creado por un emperador chino allá por el 1500. Algo más rudimentario que los que tenemos ahora, este emperador colocó cerdas de cerdo salvaje en un hueso.

El emperador no usaba unos cerdos cualesquiera no, mandaba que los trajeran de las cimas más frías de Siberia y que les arrancaran las cerdas una a una del pelaje del cuello. El motivo es que las bajas temperaturas hacen que el pelo del animal sea más resistente.

No fue hasta el siglo XVII cuando llegaron los cepillos de dientes a Europa, al principio como un artículo de lujo que solo utilizaba la alta sociedad, que además prefería usar la crin del caballo porque consideraban el pelo de cerdo demasiado vasto. ¿serán nuestras encías más delicadas que las de los asiáticos?

En cualquier caso fue en el siglo XVII cuando en Europa el tema de la higiene dental comenzó a tomar protagonismo. Con criticas muy fuertes por parte de los expertos, como Pierre Fauchard, padre de la odontología moderna, quien además de mostrar su insatisfacción hacia las cerdas de animales, resaltó la evidencia de la rápida contaminación por microorganismos bucales.

Las acusaciones de Pierre fueron respaldadas por el bacteroólogo Luois Pasteur quien en el siglo XIX promulgó su teoría sobre los gérmenes. A partir de entonces todos los dentistas recomendaban esterilizar los cepillos de dientes con agua hirviendo.  

Hoy en día el uso del cepillo de dientes está extendido prácticamente por toda la civilización moderna con gran variedad de diseños y todo un mercado en torno a ellos. El modelo ha evolucionado muchísimo pero la idea como podéis comprobar es bien antigua, al igual que las instrucciones.

Recuerda cepillar tus dientes 3 veces al día y usar el hilo dental.

Te animamos a seguirnos en Facebook y Twitter para no perderte ninguna novedad.